miércoles, 12 de diciembre de 2007

AQUEL CONCIERTO... O'Carolan en Hondarribia

Alfajarín (Zaragoza), 12 de Diciembre de 2.007

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Hay veces que, cuando te llaman para que uno de tus grupos toque en un determinado lugar, desaparece tu cara "profesional" y aparece la cara "amateur". Me explico... Los que vivimos de ésto, y a pesar de no tener una nómina fija al mes (como cualquier autónomo), resulta que tenemos la sana costumbre de pagar hipotecas, recibos varios, los zapatos de los niños, unas vacaciones de vez en cuando, echar gasolina al coche, etc, y cuando sale un bolo, rápida e inevitablemente te pones a hacer cuentas para ver cuánto te va a quedar. Ya sé que esta parte es la menos romántica de mi trabajo, pero os aseguro que tampoco me pone meloso pagar la hipoteca todos los meses, y mi banco mucho menos si no lo hago. Es la parte de incertidumbre que tenemos, aunque también nos viene bien a la hora de ser creativos y de mover el culete para ganarte las habichuelas.

En este mundillo de la música como negocio, hay mucha gente "amateur" que no termina de entender ésto. Normalmente son músicos que tienen otros trabajos y les jode tener que dar una comisión a alguien que en realidad está haciendo un trabajo para que ellos ganen una propina, ya que al final de cada mes les cae una nómina más o menos apañada. Eso sí, luego no tienen ningún reparo a la hora de cobrar lo mismo por algo que para ellos es afición y para otros su manera de ganarse la vida. También hay mucho mánager y representante que trabaja en un banco de 8 a 3 y por las tardes se hace unos "bisness" vendiendo orquestas y en realidad le toca las narices si en vez de mil le quedan la mitad. Buenas son de todos modos... Evidentemente, entre éstos se encuentran, casi siempre, los que trabajan con dinero negro, los que no facturan, los que no dan a la gente de alta en la Seguridad Social, etc.

Bueno, a lo que iba, que me enrollo como las persianas. A veces te sale un concierto y en lugar de pensar en lo que te va a quedar, piensas cosas como:

- "¡Qué guay, un par de días en la playita...!"
- "¡Cómo vamos a comer!"
- "¡Qué maravilla tocar en esa plaza!"
- "Verás qué risas en la furgo"

Y a veces, éso es más importante que la parte lucrativa de este negocio.

Algo parecido pensé cuando salió el bolo de O'Carolan en el "Bidasoa Folk" de 2006. Cuando surge la posibilidad de viajar a Euskadi me entra una especie de "no me lo puedo perder". La gente es normalmente encantadora, se come que te mueres, los paisajes son de ensueño, y encima está a un paso de casa.

Aquel viaje disfrutamos un montón. El verano ya iba cuesta abajo y es cuando más se agradece un viaje de estos. Además, yendo Julián, suele ser él el que pilota, lo cual agradezco porque casi siempre me toca a mí. Me gusta conducir, pero me gusta mucho más ver los paisajes cuando vas al País Vasco. Llegamos a medio día y lo primero que hicimos antes de ir al hotel a dejar los bártulos y de comer, fue ir a tomar el vermú en el centro de Hondarribia (ó Fuenterrabía, como te guste más). Nos encontramos con los organizadores y con otros grupos. Por la tarde prueba de sonido y casi a continuación, la actuación. Fue en el Parador Nacional, un precioso hotel en el centro de la preciosa plaza de esta maravillosa pequeña ciudad. En el patio donde se celebró el concierto no cabrían más de 100 personas. Ya durante la prueba había cola hasta la calle y en cuanto abrieron las puertas se llenó en cuestión de minutos y hubo gente que se quedó en la calle. Hasta el punto que servidor se quedó fuera y apenas podía acceder al patio, así que me tuve que "ligar" a la jefa de recepción para que me dejara entrar en una de las habitaciones que daban al patio para sacar alguna foto desde allá arriba. El resto del concierto lo oí (porque no pude verlo) desde fuera, así que aproveché para montar el "chiringuito" de los discos. Se acabaron las 2 cajas en un pispas.

O'Carolan al completo. De izquierda a derecha: Julián (percusiones), Chema (guitarra acústica), Miguel Ángel (gaitas y flautas varias), Pili (arpa y acordeón), Susana (violín y nickelarpa) y Jesús (gaitas y bouzuki)

Después del concierto nos llevaron a cenar a Francia. Aún me acuerdo de aquellos chuletones. Se nos saltaban las lágrimas cuando nos despedíamos... Y al día siguiente, antes de tomar el camino de vuelta, caminata por el Paseo Marítimo hasta que el hambre empezó a llamar a la puerta de nuestros estómagos. Salimos y comimos en un lugar de la carretera increíble. Tengo muy mala memoria para recordar los nombres de estos sitios. Algún día haré una especie de "guía michelín" propia para recomendar estos lugares y, sobre todo, para acordarme de ellos cuando vuelva.


Atardecer desde el Parador de Hondarribia. Lo del fondo ya es Francia.

El Parador desde el Paseo Marítimo

¡Vaya tres! de izquierda a derecha: Jesús, Carlos (técnico de sonido del grupo) y servidor

El Río Bidasoa

Comiendo en el camino de vuelta

O'Carolan es un grupo con el que por entonces trabajaba y que desde aquí os pido encarecidamente que no os lo perdáis cuando tengáis ocasión. Pocos grupos en este país transmiten lo que transmiten ellos: sensibilidad, alegría, buen rollo... Yo siempre les he dicho que de tener un mánager en condiciones (y yo no lo era) con contactos y con ganas de sacarles de casa, se hincharían a trabajar, dentro y fuera de España. Hay otros grupos de su estilo que tienen mucho nombre, cobran un pastón y encima trabajan un huevo. Luego vas a un concierto y aburren a las ovejas. O'Carolan es todo lo contrario.

El nuevo año 2008 les trae un buen regalo, su tercer disco, con el que espero triunfen y se les conozca en todos los sitios porque lo merecen. ¡Suerte, compañeros!