PEPE "HABICHUELA" Y JOSEMI CARMONA

Alfajarín (Zaragoza), 20 de Febrero de 2.008

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Lo primero que tengo que decir es que no entiendo ni papa de Flamenco. De hecho, no sé la diferencia entre una soleá y un fandango, y en el colmo de la ignorancia, no hace mucho me enteré que la seguidilla en realidad se llamaba seguiriya. Pero sí entiendo de cuándo un artista me pone los pelos de punta y, aún no sabiendo dar nombre a lo que veo o a lo que escucho, me emociona. Tampoco la mayoría de los mortales entendemos de ingeniería y todos alucinamos con el Acueducto de Segovia...

El pasado viernes 15 de febrero, me estrenaba en el Centro Cultural que la C.A.I. tiene en el Paseo de las Damas, en el mismísimo centro de Zaragoza. Era el primer concierto y estaba nervioso. Es un lugar muy interesante para programar cosas de mediano aforo (unas 400 butacas) y había que quedar bien. Hasta aquí llegaron parte del "clan Habichuela", con Amparo, la mujer de Pepe, al frente. El teatro se llenó practicamente para ver a Pepe Habichuela, uno de los más grandes guitarristas, y a su hijo Josemi Carmona, reconocido por muchas como el guapo de Ketama, y que, si no lo es ya, está en vías de ser muy grande. Con ellos, una preciosa cantaora con una voz impresionante: María Toledo, otro joven guitarrista del clan: Carlitos Carmona, y en la percusiones Nono Carmona y Morito. Una formación de primer nivel, como así demostraron.

De izquierda a derecha: María Toledo, Carlitos Carmona, Josemi Carmona, Pepe "Habichuela" y Morito en primer término. A su lado estaba Manuel hijo de Josemi, que salió en los bises, y detrás de ellos Nono Carmona y Amparo, que también se unió a la fiesta

Empieza el concierto y sale Josemi acompañado por los dos percusionistas y Carlitos. Después del tercer tema, Josemi se despide con una gran ovación, dando paso a su padre, el gran Pepe Habichuela que es recibido con mucho cariño. La gente que sabe de Flamenco en esta ciuadad, incluso algunos que no tienen ni papa, como yo, saben que este hombre menudo es muy grande, y que está a la altura de los más grandes. Al primer guitarrazo, se me pusieron los pelos como escarpias. Fue como un orgasmo -¿o fué un orgasmo...?-. Más tarde se fueron incorporando el resto para acabar los seis juntos en el escenario. Menos a Morito y a María, yo ya les había visto actuar a todos. Morito en la línea de todos, y María, con perdón, me dejó acojonado. No parece que una chica tan guapa, tan dulce, tan simpática, tan aparentemente frágil, luego tenga esa fuerza para dejarse la garganta y los ovarios como lo hace en su actuación. Me dicen que es una de las mejores cantaoras jóvenes y que va para figura. Y me lo creo...

Al final, Amparo se arrancó levantando al público de sus asientos

Si los gitanos son una raza, me parece que los Carmona, o los "Habichuela", son otra raza muy especial. No me quiero ni imaginar cómo deben ser las celebraciones familiares, las navidades y todo éso. En esa familia, cualquiera es un fenómeno cantando, bailando o tocando el cajón o la guitarra. A casi todos les profeso una profunda admiración. Y a la que más admiro es a Amparo, una gitanaza de rompe y rasga y que conserva una belleza en su cara descomunal. Espero volver a veros pronto, Habichuelas. Pepe, me debes un potaje...