La tarde transcurrió tranquila. A las 4, todo el mundo puntual: personal del teatro, producción, carga y descarga, técnicos... Allí estábamos todos. Pocos minutos después llegaba el camión con el equipo y el backline de Quique, y la furgoneta con sus técnicos. ¡Todos a trabajar!. El acceso es impecable: ni un escalón y menos de 5 mts desde el camión hasta el escenario, por lo que en nada está todo el material sobre el escenario. Así da gusto...
A las 6 y media el catering preparado, a las 7 llega Quique con sus músicos, empiezan a probar y a las 8 todo el mundo a los camerinos a esperar el momento de empezar.
Esta es la imagen del teatro justo antes de empezar (maravillosa foto de Gustaff Choos)
Y ésta justo antes de que la banda abandonara el escenario, despidiéndose del público:
Impresionante, no me digáis que no. Un concierto inolvidable. No hay más que ver cómo estaba la gente.
Después Quique atendió con paciencia y mucho cariño a todas las personas que quisieron hacerse una foto, que le firmaran un disco o un autógrafo.
Al día siguiente, día 10, le toca el turno a Andrés Suárez, que le toca lidiar en un lugar nuevo para mí, y maravilloso: La Bóveda del Albergue. ¡Qué lugar más estupendo para escuchar un concierto tranquilo e íntimo! Andrés se salió. Era sólo la segunda vez que venía a Zaragoza y sin embargo ya tuvo una buena cantidad de público, lo cual en una ciudad como ésta, en un lugar como La Bóveda, todavía "novato" en lo que a tradición de conciertos se refiere, un miércoles, tiene mucho mérito. Andrés a buen seguro seguirá viniendo y ganando poco a poco público zaragozano.
Llega un fin de semana intenso, con los conciertos del Chivi y de Joaquín Carbonell, que os contaré en otro momento.
1 comentario:
Andres Suarez, el Pelos, por supuesto :)
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